martes, 23 de junio de 2015

"CHICO NORMAL BUSCA CHICA EXTRAORDINARIA (17)"

Sentía esa sensación fea en el estomago, como cuando te mandas una macana , y ya no podes volver en el tiempo  para evitarlo. No había mas sutilezas, indirectas,  estaba todo sobre la mesa, ella sabia lo que  sentía,  mi alegría o pesar era saber que a ella algo le pasaba también.
Estaba todo el tiempo como ladrón apunto de ser atrapado, todo el día nervioso, se me caían las cosas de las manos, se me  quitó el hambre, me perdía en la inmensidad de la nada, sin lograr concentrarme. Era tan tonto que temía   ver a Mariano y confesarlo todo antes de decirle aunque sea "hola"...seria algo así como "Hola, bese a tu novia, me gustó, y creo que a ella también". Me sentía una basura, cargando mas culpa al recordarla, repitiendo en mi cabeza ese momento. 
La tarde calurosa parecía culparme, murmurar, hasta los pájaros, los objetos inanimados, las fotos, todo me señalaba. Tomaba un jugo en el jardín mientras me perdía de nuevo en esas horas preciadas, cuando sentí su mano en mi pecho, cerré los ojos, suspire. Al darme la vuelta el rostro no era el esperado, Sofia tan perceptible cambió su sonrisa por un ceño fruncido "parece que esperabas a alguien mas".
Imagínense al tipo mas patético, absurdo , traidor, y tonto del mundo, si así me sentía. Ella me arrojaba palabras, una tras otra, que pegaban en mi pecho, en la pared, en mi cabeza, y alguna llegaba al oído se colaba por las venas, partía la cabeza y  se estrellaban en mi alma. Sus ojos grandes amenazadores, me juzgaban,  me aborrecían. Por ultimo me arrojó el celular a la cara, dejó unos insultos y se fue. Tome el celular, sentí alegría en medio de todo al ver un mensaje de Gloria, este me había metido en grandes problemas, pero  no podía pensar,  solo estaba feliz por esa señal. Sin tantas vueltas decía que no dejaba de pensar en mi, que se le erizaba la piel al recordar nuestros besos. Me quería ver de nuevo.
Mis neuronas estaban ausentes, era un autómata que seguía las ordenes de Gloria, llame sin considerar si quiera que Mariano estuviese en casa, o que Sofia sabia la verdad, teniendo la posibilidad de ponernos al descubierto. Ella me atendió, no pudo decir mucho, solo un lugar y una hora.

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