"Tengo que destruir esta historia, que no queden cenizas ni rastros".Las cosas estaban fuera de mi control, Gloria cada vez estaba mas cerca mio, al punto de despertar celos en Sofia. Las escenas eran insoportables, un mensaje, una llamada, llegaba al punto de revisar mis conversaciones, me perseguía constantemente.
Parte mía solo quería estar con Gloria, que el mundo desapareciera, ser solo ella y yo, para no cargar con culpas, dejándonos llevar por lo que sintiéramos.
Mariano por fin se había recibido, empezaba con sus practicas, estaría aun menos tiempo con ella. Amaba estar con ella, me hacia reír, pensar, ver las cosas de una manera distinta, me hacia sentir seguro, importante, me gustaba sentir que la protegía, que la defendía, que ella se sentía a salvo conmigo.
A pesar de lo que sentía por ella, jamas hubo mas que un abrazo, nunca le había declarado lo que me pasaba , me parecía que estaba totalmente fuera de lugar hacerlo, ella era la novia de mi mejor amigo, casi el único que tenia, los sentimientos eran distintos, pero el peso era el mismo, no podía traicionar a Mariano, así que me sentía como un cuervo esperando que el la dejara, o ella se cansara.
Hasta que una tarde cuando me encontraba en mi casa, ella me llamó para invitarme a merendar. Fui pensando que Mariano también estaba en casa, Sofia estaba fuera de Buenos Aires esa semana visitando a sus abuelos, así que tampoco me acompañó esa tarde, no se si para mi pesar o mi fortuna Mariano estaba de viaje de pesca con su padre.
Ella abrió la puerta con una sonrisa plena, realmente feliz de verme, ya que después de los desplantes de Sofia, había decidido apartarme un poco de Gloria. Tomamos mates, mientras veíamos la tele, luego ella se fue a la cocina a buscar mas agua, preferí quedarme frente al televisor, cuando sentí un grito, corrí a ver que estuviera bien, ella se reía mientras se sujetaba la mano "Perdón, si te asuste, es que me queme como una tonta", tome su mano para ver si estaba bien, la mire para decirle "No es nada, ahora te traigo una crema para las quemaduras, y vas a estar bien", ella sonrió para agradecerme, nos quedamos paralizados, con su mano en la mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario