Gloria
me preguntó si también había sido invitado a la boda de Mariano, los dos estábamos
invitados, era un poco incómodo, no entendí porque Mariano nos había invitado,
le pregunté a Gloria si le afectaba que Mariano se casara, ella solo sostuvo su
taza de té con ambas manos y soplo sobre ella mientras se perdía su mirada atravesando
la ventana, se tardó unos segundos para decirme que todo lo que alguna vez sintió
por Mariano ya no existía. Le di un sorbo a mi café y con cierto miedo de la
respuesta le pregunte si alguna vez sintió algo por mí, y agache le cabeza como
quien tira la piedra y se oculta, ella se dio la vuelta y me miró, no tengo la energía
necesaria para amarte ahora, mis prioridades son otras.
Su
celular sonó, y ella salió disparada a la habitación, cerró la puerta, y yo
pensaba en quien podía llamarla, la escuché reír y me sentí un tonto, asumí que
alguien como ella no podía haber estado todos estos años sola, que iluso, que creía
que se acostaba y pensaba en mí.
Me
quede dormido en el sillón, llevaba varios días sin tomar alcohol, no quería
quedar peor de lo que ya había quedado frente a ella, recuerdo ver colarse la
luz de una luna llena a través de las cortinas, la noche era clara, ella se sentó
a mi lado, me tapó con una cobija, y como una bomba lanzada desde un avión sin
previo aviso me dijo, "Tengo una hija, es de Mariano, cuando me fui a Jujuy
estaba embarazada" en un segundo me incorpore, la mire un poco asombrado,
ella no me miraba, seguía evitando mis ojos, yo mire el piso como buscando las
palabras correctas. "Mariano no sabe nada, no usaría un hijo como
excusa jamás”, y porque ahora pensé, llegue a creer que quizás ella quería
arruinar la boda de Mariano, es decir de repente una hija, justo cuando esta
por casarse, pero sabía que si se lo decía se ofendería, quizás se iría y no la
vería mas, me importaba tan poco con tal de estar cerca de ella, que si quería
arruinar la boda de Mariano seria su cómplice, lo que ella quisiera.