viernes, 12 de junio de 2015

"CHICO NORMAL BUSCA CHICA EXTRAORDINARIA (8) "

Como me rompió la paciencia esa noche, iba y venia de la cama al balcón, del balcón al baño, del baño a la cama, y así repetidas veces, era imposible dormir con Mariano actuando como león enjaulado, parecía que algo se le había perdido. Me senté en la cama con las ojeras hasta el piso, refregué mis ojos y me puse las gafas, lo mire fijo con sentimientos encontrados, tenia ganas de hecharlo del cuarto y otras de ver si me necesitaba, el noto mi frustración, se sentó en silencio mirándome como si supiese que no había mas remedio que hablar.
"Estoy aquí, por que me vine escapando de mi papá, ya no quiero depender de el, ni su dinero, ni su apellido, ni nada, y es porque " ... volvió el silencio y miro al piso, no sabia si preguntar  o  quedarme callado, su mirada se clavó en mi de nuevo, "Mira hermano la cosa es simple y corta, realmente no tolero que me veas así "vulnerable", ni vos, ni nadie, pero no quiero vueltearte, es así entérate, mi viejo se va a casar con la perfecta Ximena, su joven secretaria, que podría ser mi hermana tranquilamente...pero bue eso no es lo que me jode, lo que realmente me ma bronca es que descubrí que "el señor doctor" y su trofeo nuevo están juntos desde que mi mamá estaba internada en el hospital...", se levantó y caminó al balcón nuevamente.
Un cielo lleno de estrellas, una luna grande, y un cerro callado, Mariano llorando en el balcón, me partía el alma verlo así, nunca pensé que el también pudiera llorar, estar triste, tener problemas, casi siempre parecía una chispa, la alegría de cada reunión, el centro de la diversión, el joven totalmente desinteresado, al que todo le resbala, "apariencias, apariencias", que manera de pensar tonteras.
No dije nada, quizás por cobarde, o por no saber si tenia las palabras adecuadas y justas para calmarlo, solo me pare a su lado, el me abrazó sin vergüenzas ni prejuicios, solo necesitaba un abrazo, de esos que te contienen, porque los hombres también necesitan abrazos de vez en cuando.
Uno de los misterios había sido resuelto, conocía ya la razón por la que se escapó de Buenos Aires.  Esa noche asumí apresuradamente que esa era la razón por la que no quería volver, me equivocaba, aunque no tanto, el punto no era que el no quisiese volver, en realidad el no se quería ir de Jujuy.
Esa noche soñé con las lagrimas de Mariano, pero luego todo se desvaneció y solo veía a la chica de las pulseras sonriéndome, e iluminada.

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